Yogur, plátano y barrita

Por Jesús Gallego

Mañana te voy a enseñar una foto.

Bueno, 2.

Es un cambio muy bestia, de los más bestias que he hecho este año.

Lo hago para que te motives y para que veas lo que se puede llegar a conseguir en unos pocos meses haciendo las cosas bien.

En su caso fueron 5, pero eso lo vemos mañana.

Hoy, al hilo de eso, quiero contarte una historia.

Te puede servir muchísimo para entender por qué restringir alimentos no es el mejor camino para tener resultados, ni tampoco el más rápido.

Fue hace unos meses, concretamente 2.

Y te lo cuento hoy porque el martes pasado Alejandro estuvo aquí, me acordé por eso. 

Alejandro es ese chico del cambio, el del email de mañana, y esto pasó en una revisión presencial de las que hago normalmente los martes.

Una tarde a la semana, a veces más, la suelo dedicar a eso, a revisiones.

Vienen, les mido con el FIT3d (un escáner corporal que tengo en casa) y después revisamos los resultados juntos.

Lo vemos, me preguntan, les contesto, hablamos un rato y así, hasta que llega el siguiente.

Van viniendo por turnos, cada media hora.

Normalmente arranco a las 4 y termino mínimo a las 10, a veces más tarde.

Los martes son duros, pero también es mi día preferido.

Ser entrenador online tiene la putada de que no estás en contacto directo con la gente y esto, aunque es lo que te permite escalar y hacerte grande, a veces se echa de menos.

Por eso, los martes me gustan, aunque sean duros.

Aquel día no estaba sólo, estaba con el becario y se quedó flipando por partida doble.

¿Qué pasó?

Pues que primero medimos, y bien.

En pleno cambio bestia, imagínate.

Eso fue lo primero que le hizo flipar al becario, pero no fue lo que más.

Lo que más fue lo que vino luego, por eso digo que flipó por partida doble.

Yo también flipé, pero no por partida doble.

Yo sólo por el cambio, lo que vino después de eso no me hizo flipar, más que nada porque lo veo y lo hago a diario.

Después de la revisión, a Alejandro le tocaba hacer una comida.

Me pidió permiso y sacó una cuchara.

Fíjate que me la podía haber pedido y no, la traía de su casa, un detalle importante.

Es piloto y se nota.

Un piloto en forma es siempre un hombre precavido que viene preparado y con la cuchara de casa.

Se comió un yogur proteico.

No era el Valio de chocolate, pero también era proteico.

Tenía buena pinta.

Después del yogur, un plátano.

Después del plátano, una barrita.

Esa fue su merienda aquel día.

El becario, flipando, le preguntó que cómo podía comer eso y estar bajando así.

Entonces, Alejandro, sacó su móvil, buscó la aplicación de la Calculadora y se la enseñó al becario.

Tenía la dieta del día, con todos los macros cuadrados.

Salía en verde por eso.

En algunas comidas se pasaba un poco, pero en otras lo compensaba para que al final del día todo estuviera OK.

Eso fue lo que al becario le impactó y a mí no.

¿Por qué?

Porque esa es la única regla que le digo a la gente a la que ayudo que sí o sí tiene que cumplir.

Como digo siempre, los alimentos me dan igual, los macros no.

Los macros es lo que va a marcar la cantidad de alimento que puedes comer.

No te puedes pasar.

Al final del día sí o sí tienen que cuadrar.

¿Qué quiere decir esto?

Que si sumas los macros que tengas asignados y los restas con los macros que tienes que consumir el resultado tiene que ser cero.

Cualquier otro resultado está mal, tanto por encima como por debajo.

Que alguno se piensa que cuando le pongo unos macros me refiero a los macros “tope” y que si come menos es mejor y no.

Hay que comer los que te pongo al final del día.

Esa es la regla más importante.

Después, está el reparto, que también es importante, pero menos.

A mí me gusta hacer 4 comidas, cosa que la calculadora te hace de forma automática en función, entre otras cosas, de tu horario de entrenamiento.

Después, los alimentos que elijas son cosa tuya.

Y va a dar igual que sepas o no sepas de nutrición porque lo único que tienes que saber es lo que te apetece comer y después seguir el plan.

Aunque el becario flipe y te pregunte cómo lo haces.

Te pasará mucho y lo normaliarás con el tiempo.

Por cierto, para el 15 de julio voy a meter a 2 personas para las asesorías. 

Hablo de las personalizadas, en las que llevo dieta, entrenamiento y seguimiento.

Online o presencial, dos opciones.

Y lo llevo yo, no un chat boot.

Entran por llamada, eso sí, es un requisito indispensable.

AQUÍ para rellenar el cuestionario y que te llamemos.

PD1: pagas ahora y empiezas el 15 de julio. Calculadora gratis hasta entonces.

PD2: no soy un entrenador barato, al revés, mis planes son bastante más caros que la media de los otros entrenadores caros del sector.

PD3: no cojo a nadie por menos de 3 meses, aunque puedes pagar mes a mes, eso sí.

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