4 estafas y un funeral

Hoy te voy a contar un gran aprendizaje de esos que no salen en los libros, de los que molan.

Va de estafas y frustraciones.

Te cuento:

¿Sabes qué pasa cuando un potencial cliente entra por la puerta despotricando de su entrenador anterior?

Que desconfío.

Y si contrasta lo malo que era él con lo bueno que soy yo, desconfío más.

Mucho.

Más de uno y más de dos se ha quedado en potencial y no ha pasado a cliente por eso.

Si alguna vez buscas entrenador no hagas eso, queda fatal.

Aunque tengas razón, que probablemente la tengas.

Así, la pierdes.

Dice más de ti que de él.

Y en este sector somos pocos y no siempre bien elegidos, pero nos conocemos bien. Por eso, con dar la referencia sobra.

No hacen falta pelos ni señales.

Piensa que en el fondo esa persona te ha hecho un favor, aunque tú no lo veas así ahora.

Yo he tenido decenas de entrenadores, algunos muy malos y la gran mayoría malos sin más.

Buenos también, pero pocos.

Todos, eso sí, hasta el peor, me han aportado algo.

A lo mejor no justifica la inversión de dinero ni volvería a contratarlo si regresara atrás en el tiempo, pero no protesto.

Así, también aprendo.

¿Y por qué te cuento esto?

Porque Jose Miguel cogió el sábado la única plaza del plan Gold que dije que abriría, pero no fue el más rápido.

Se apuntó a las 14:40.

Antes, sobre las 12, estuve hablando con un chico.

No diré su nombre por un tema de privacidad.

Su perfil encajaba, pero su actitud no.

Y no entró.

Cuando alguien llega despotricando de su entrenador anterior, mal, pero cuando lleva cuatro fracasos seguidos y con ninguno ha durado más de tres meses, lo mismo el problema es tuyo.

Y ahí me va a dar igual conocer al entrenador o no.

Empieza por aterrizar tus expectativas y, cuando sepas de qué va esto, entonces invierte.

Hasta entonces, piénsatelo, que el que piensa no es traidor.

Por cierto, en mi programa no hay plazas, pero tengo una lista prioritaria donde te apuntas y te llamamos cuando abra.

LISTA PRIORITARIA PARA AGENDAR LLAMADA

Pd: la llamada no te compromete a nada, pero si no lo tienes claro, no agendes, aclárate antes.