No te conformes con menos.

Ser millonario no está al alcance de cualquiera, aunque te levantes a las 5 de la mañana, te metas en agua helada, medites y hayas leído la versión remasterizada de “Padre rico, padre pobre”.

Estar fuerte y en forma, Sí.

Que no te engañen.

Pero bueno, vamos por partes.

Tema pasta.

El método más efectivo para hacerte millonario rápido es encontrar una habilidad, mejorarla mucho y después buscar personas jodidas a las que poder ayudar con tu habilidad.

Si consigues eso, te haces rico 100%.

Y a más única la habilidad, más pasta.

Y a más curres para mejorarla, más pasta.

Y a más personas jodidas ayudes, más pasta.

Así de simple.

El tema de las 5 de la mañana, las duchas frías, las aguas heladas, las meditaciones profundas y las lecturas profundas también ayudan, no te digo que no, pero si no tienes lo otro y mueves el culo, la cosa se complica notablemente.

Los cursos de desarrollo personal no hace falta que los curses. Puedes venir desarrollado de casa y ponerte directamente a trabajar.

El problema es el tiempo, que vas a necesitar bastante.

Isra Bravo, el de la foto, tardó 40 años. 

Pero mejor te cuento su historia, que es muy buena y muy real.

En 2017, descargaba camiones y estaba en la ruina.

En 2022, no.

Ya era millonario y para muchos (para él el primero) el mejor copywriter del mundo.

Muchos le consideraban un genio y le imitaban.

Mal.

Mira. 

Otros también le consideraban un genio, pero no lo decían, solo le jeiteaban. 

Incapaces de hacerlo ellos.

 Mientras, él ganaba pasta, mucha pasta.

 Y cuanto más igual le daba, más pasta ganaba.

Lo que pasa es que, claro, cuando tu trabajo es pasear y escribir, no es lo mismo que descargar camiones.

Físicamente. 

Y pesar 115 kg era una consecuencia inevitable si bebes 2 o 3 litros de cerveza al día y te gusta comer.

Comer, en plan, 2 platos de lentejas, 1 kg de patatas, un par de filetes y una barra de pan.

De una sentada todo.

Hazme caso que sí, que hay gente que come mucho y otros comen mucho, pero mucho, mucho.

Pues resulta que un día, en su bandeja de entrada, Isra Bravo recibe un email de un chaval.

Entrenador Personal.

Hablaba de un programa que te dejaba tomar cervezas de vez en cuando y comer de todo, y aún así ganar músculo y perder grasa.

Y lo contaba bien, con gracia.

Apetecía probar.

Total, 600€ al mes, siendo millonario, no es pasta.

Pero nunca es cuestión de pasta, es cuestión de prioridades.

Y sí, está claro que las patatas fritas engordan más que cocidas, que a las galletas las carga el diablo y que lo blanco del chorizo y del jamón es grasa.

Y que bajar de peso es cuestión de cerrar la boca y mover el culo.

En esencia es eso, no te digo que no.

Lo que pasa es que no vale con querer moverlo, ni desear moverlo, ni tener la buena intención de moverlo, ni planificar moverlo.

Es más sencillo. 

Es moverlo solo.

Para arrancar es así.

Pero arrancar da pereza.

No es lo mismo que si no tienes nada, sientes que se te pasa el arroz, la vida te pide que espabiles y lo único que te queda es una habilidad que ni siquiera sabes con certeza que te puede sacar de donde estás.

Solo sabes que la tienes, y que tampoco puedes elegir otra cosa porque no hay otra cosa.

Pues te pones a escribir, pero te pones en serio, como si te fuera toda tu puta vida en ello, pero real.

Y entonces, solo pueden pasar dos cosas:

O sales o sales.

¿Abandonar?

No es una opción. No sé si me sigues.

Abandonas cuando puedes, cuando dejarlo da igual.

Cuando eres tan flojo que prefieres tirar la toalla y decirle a tu hija que papá es un desgraciado, antes que echarle cojones y soñar con llevarla en avión privado de Gijón a Madrid.

A ver el fútbol en un palco privado del Bernabéu, con su nombre.

O escribir un libro y petarlo.

O 2.

O 4, que cojones.

Y explicarle que ser disléxico en realidad es una ventaja y que la vida siempre premia a los que no abandonan.

Que la perseverancia lo es todo. 

Y que los que menos saben de marketing son los de marketing. 

¿Y el cuerpo qué?

Mal.

Lo de tener que hacerse millonario desde abajo y en 40 años de nada le había pasado factura.

Nada que un buen método no pudiera arreglar, también te digo.

Al final, esto es como un negocio, igual.

Pones el trabajo esperando un retorno que vendrá después.

Porque venir tiene que venir, sobre todo en el mundo de flojos y llorones en el que vivimos hoy.

Siempre que hagas lo que tengas que hacer, no lo que te apetezca hacer. Lo que tengas que hacer.

Cada día.

Es la perseverancia que te decía.

El talento de los que no lo tienen.

Con esa mentalidad, es imposible no conseguir lo que te propongas en esta vida.

Todo.

Y triunfar.

Pero no se puede triunfar y tener una panza.

Eso es triunfar a medias.

No te puede dar igual, no me lo creo.

Tu imagen, tu salud, dice mucho de ti.

Que no te digo las abdominales de Cristiano, ya sé que no quieres eso.

O igual sí, pero no te sientes capaz.

Lo ves demasiado imposible, cuando en realidad es mucho más posible que las otras cosas imposibles que has conseguido antes.

Todo el mundo puede aspirar a tener un físico del que sentirse orgulloso.

Para esto no hace falta que tengas talento ni nada, solo la mentalidad y un método que seguir.

Paso a paso.

Y en los negocios y en la vida y en el cuerpo y en las relaciones, que al final es todo lo mismo, no hay magia.

Pero mira, si hablamos de cambiar un físico hay una diferencia que para ti si te planteas cambiar el tuyo es muy buena:

CUALQUIERA LO PUEDE HACER

Cualquiera puede aspirar a lo máximo. Piensa en grande, aquí también.

No te conformes con menos.

Céntrate en lo importante, céntrate en eso y arranca.

Sin perezas, ni estreses, ni otros problemas del primer mundo.

Sin cien excusas de mierda para justificarte. 

Sin meses esperando el momento perfecto. 

“Solo arranca tío, déjate de rollos”.

Eso le dije entonces.

Era su momento. 

Arrancó.

Con la misma perseverancia con la que decidió no pasar por esta vida siendo un mileurista desdichado.

Y ser un triunfador, con panza.

Pero ahora sin panza.

Isra Bravo en enero de 2025 (ahora está mejor)

IMPACTOS & DUDAS FRECUENTES

Probablemente te habrás quedado impactado y tendrás dudas, es frecuente.

Lo bueno que si sigues a Isra desde hace tiempo y le compras sus cosas, sabrás que no acepta comisiones ni quiere afiliaciones.

Ese toque duro y rebelde que le caracteriza, ya sabes, se nota que es de barrio.

Como dice él, son sus costumbres y hay que respetarlas.

A mi me parece muy bien.

Sobre todo porque si me hubiera cobrado por ser el protagonista de uno de sus emails casi seguro que no me lo hubiera podido permitir.

Eso es como salir el primer anuncio justo después de las campanadas.

Y no soy Coca-Cola ni Porcelanosa.

Mucha pasta eso. Le tendría que pedir prestado a algún jeque de por aquí y de momento ninguno es colega.

Estamos hablando de Isra Bravo, el legendario copywriter.

El mejor del mundo en habla hispana.

En habla no hispana habría que ver el ranking, y quitar esa coletilla de mierda y decir que es el mejor del mundo a secas.

Pero bueno, eso es otro tema.

Estamos hablando de que cambia su físico y se pone cachas de la mano de un entrenador personal.

Y te pone una foto.

De estas impactantes que se ponen siempre y que funcionan siempre.

“Joder, a este chaval le van a llover los clientes”.

“Se va a forrar”.

“Aunque, bueno, si vive en Dubái, igual está forrado ya”.

“Seguro que cobra una pasta y tiene lista de espera hasta 2027”.

“Escribe bien, ¿será copywriter?”.

“¿Será el propio Isra Bravo el que escribe sus textos?”

Además, dice que sus dietas son por macros y que puedes comer de todo.

De todo en plan hamburguesas, helados, bollos..

Y que 4 horas a la semana de gimnasio son suficientes para ponerte en forma.

Y claro, eso suena raro, pero te lo cuenta Isra Bravo.

Entonces vuelves a ver la foto, ¿será Photoshop? O igual una IA que truca fotos.

Pero no tiene pinta, se ve sin edición ni nada.

Real, real.

TODO ESTO ESTABA PACTADO.

Hace meses ya. Acordamos que fuera así.

“Tú no digas nada ni enseñes nada y cuando hayas pegado un cambio físico de la hostia nos vamos a Dubái, grabamos un podcast entrenando juntos en el mejor gimnasio del mundo y lo subo a mi canal de YouTube”.

Y eso hicimos.

¿Y ahora?

A por más.

¿Y tú?

A por más también.

Aunque bueno, tampoco creas que sé hacer otra cosa.

Me centré en esto, es mi habilidad extraña.

O igual no, pero, a nada que te tires 25 años obsesionado con lo mismo cada día y lo hagas primero contigo y después con miles de clientes, miles de veces, si no eres hábil, te haces hábil.

¿QUIERES TRABAJAR CONMIGO?

Te cuento ahora cómo van las asesorías personalizadas, lo que incluyen y lo que cuestan.

Y después un epílogo que no te esperas. Eso de último, como buen epílogo. 

Lo primero que tienes que saber es que estos planes han sido creados para que más personas puedan acceder a mi sistema, sin depender de que yo tenga disponibilidad y a un precio más accesible que si tuviera que dar yo de forma directa el servicio.

Te llevará un miembro de mi equipo, una persona de mi total confianza y que he formado personalmente para aplicar mi método tal cual lo haría yo.

Pero no es que te suelte ahí y me olvide, para nada. 

Todas las semanas me reúno con mi equipo para revisar cada caso uno a uno y ponerme al día. 

Vamos, que aunque no hables conmigo directamente todo el tiempo, yo sigo supervisando el proceso.

Lo segundo que tienes que saber es que son planes de 3 meses, que después vamos renovando si las dos partes estamos conformes.

O sea, el ciclo de las renovaciones va de 3 en 3 meses, no mes a mes.

Pasan los 3 meses y vemos si seguimos o no.

Pero en este sentido te digo una cosa:

Si tu intención es estar 3 meses y ya, y lo tienes claro, mejor no empieces.

No compensa. Ni a nosotros ni a ti.

3 meses es tiempo suficiente para empezar a ver resultados y para ver qué tal funcionamos, pero no para conseguir el cambio físico que estás pensando.

Y si no estás pensando en un cambio físico grande, entonces esto no es para ti.

Vamos a trabajar semana a semana, pero con objetivos grandes y para conseguir objetivos grandes necesito 2 cosas: tu compromiso y tiempo.

Igual que tú necesitas el nuestro.

Eso no quiere decir que si después de 3 meses, por el motivo que sea, vemos que la cosa no va, nos despedimos y tan amigos.

Será por clientes y será por entrenadores.

¿QUÉ INCLUYEN EXACTAMENTE ESTAS ASESORÍAS?

Un plan de alimentación 100% personalizado, adaptado a tus horarios y con los alimentos que te gustan. Si hay algo que tengo claro después de todo este tiempo es que hacerlo de otra forma sencillamente no funciona.

Tres dietas distintas: dos para los días de entrenamiento y una para los días de descanso, con tus macros ajustados a medida. Por si te pasa que, ante tanta variedad donde elegir, te bloqueas y prefieres no pensar y seguir una dieta concreta a rajatabla. Te damos 3.

Acceso a mi Calculadora de Macros, la aplicación que he creado para hacer dietas por macros siguiendo mi método, para que puedas modificar tus menús si en algún momento lo necesitas o hacer más sin perder el control de la dieta. 

La calculadora de macros es la misma herramienta que uso en mis asesorías Premium (las que cuestan 1800€ y tengo cerradas ya) y tener acceso a ella te da total flexibilidad para adaptar tu alimentación sin complicaciones.

Un plan de suplementación ajustado a tus necesidades y presupuesto, solo con lo que realmente te haga falta. Con un descuento adicional en FullGas, además.

Un plan de entrenamiento 100% personalizado, diseñado con mi método (fuerza lo principal, ya sabes), adaptado a tu nivel, tu disponibilidad y, si practicas algún deporte, también a eso.

Rutinas con vídeos y todo explicado al detalle como si no tuvieras ni puta idea. 

Que si la tienes, mejor, pero que si no la tienes da igual, porque te lo explicamos todo como si no la tuvieras.

Contacto semanal, para asegurarnos de que avanzas como toca y hacer ajustes si hiciera falta. Y patearte el culo también si te duermes.

Videollamada mensual, para revisar tu evolución, resolver dudas, replantear objetivos y prepararte el siguiente plan.

Mi supervisión semanal sobre todos los casos, porque aunque no hablemos directamente, sigo revisando todo.

Soporte continuo por wasap, para que no te quedes con dudas entre revisión y revisión. Siempre respondemos en el mismo día.

Esto no es una asesoría más

Esto no es la típica asesoría donde pagas, te mandan unos documentos y ya te apañas tú, nada de eso. Aquí tendrás un seguimiento real, con contacto constante, ajustes según lo necesites y la seguridad de que todo está supervisado por mí.

No vas a estar solo en ningún momento y tendrás la tranquilidad de que todo lo que haces tiene sentido y está bien planteado.

Antes de empezar, además, tendrás una llamada con la persona de mi equipo que te llevará la asesoría. Porque es importante que os conozcáis antes, que haya buen feeling y que tengas claro quién te va a llevar durante el proceso.

¿Cuánto cuesta esto?

Este tipo de asesoría, con dieta y rutina personalizada, soporte permanente con contacto semanal y reuniones mensuales, tiene un precio de 550€ el trimestre (exactamente 12 semanas). Precio final, impuestos incluidos.

Y lo que te digo, según te apuntes, te llamamos y fijamos la fecha de inicio, que será entre 7 y 10 días después de efectuar el pago.

Ese tiempo, entre que te apuntas y empezamos, te damos acceso a la Calculadora de Macros para que te vayas familiarizando con ella, pero tu asesoría no arrancaría de forma “oficial” hasta que no te entreguemos el primer programa.

ASESORÍAS PERSONALIZADAS

550€ / 12 semanas

(Precio final)

Plazas cerradas

Apuntarme ahora

Y llegados a este punto, quizá te preguntes..

(o no, pero por si acaso)

Te voy a contar una breve historia autobiográfica, que haces bien en no fiarte de lo que hayas podido ver de mí en las redes o en los emails o en lo que te haya contado ese amigo, que como no invierto en anuncios no me has podido conocer de otra cosa.

Eso sí, me voy a saltar si no te importa la parte de cuando era un niño gordo y luego un adolescente lleno de complejos, ambas con sus correspondientes traumas, y me voy a ir directamente a cuando pisé un gimnasio por primera vez.

Lo otro es que es más coñazo y al final lo más importante con lo que te tienes que quedar es que lo de estar fuerte y en forma no me viene de serie.

Tuve que estudiar mucho y probar más para conseguir revertir la situación, que yo empecé en esto por mí, porque quería experimentar la sensación de tener abdominales, de quitarme la camiseta y saber que los demás estaban pensando “qué cabrón..”.

Primer día de gym.

Tenía 17 años y al principio todo fue horrible.

Siempre he sido bastante lento a la hora de asimilar conceptos nuevos y, claro, tardé cerca de un año en darme cuenta de que necesitaba contratar un entrenador para empezar a mejorar, o por lo menos que se notara algo.

Aquello fue un punto de inflexión en mi vida, y eso que aquel entrenador no era ningún crack, pero en aquel momento no necesitaba más.

Desliza para ver mi cambio
(lo de ponerme gordo para ponerme fuerte lo hacía antes, en los primeros años, desde que aprendí a comer por macros, no)

De ahí, a ponerme fuerte, competir en culturismo, ser campeón de España y empezar a ganarme la vida ayudando a otros a conseguir un cambio físico como el que había hecho yo, pasaron más o menos 12 años.

De entonces a ahora, otros 12, algo más.

En total, casi 25 años dedicados a mi pasión, cada día.

Ya sea estudiando, contratando a los mejores preparadores del mundo para que experimentaran conmigo, llevando mi cuerpo al extremo de la competición o ayudando a otros.

El método que hoy aplico sale de ahí, de repetir el mismo proceso miles de veces, ver lo que funciona y lo que no, probar cosas nuevas e ir puliendo.

En esencia es simple, como casi todo lo bueno:

4 horas a la semana de entrenamiento en el gimnasio y una dieta flexible basada en controlar los macros que ingieres.

Cada X tiempo mides (a mí me gusta hacerlo cada mes), ajustas macros, cambias rutina y vuelta a empezar.

Puedes entrenar más si quieres, pero no hace falta, resta más que suma. Igual que pasarlo mal con la dieta, también lo puedes hacer, pero tampoco lo necesitas para progresar más rápido.

Esto provoca que mi forma de trabajar resulte muy atractiva para personas que no les guste entrenar y/o no sean capaces de aguantar la típica dieta cerrada de toda la vida.

Pero a los que les gusta esto y tienen muy interiorizado este estilo de vida, mi método les gusta más, aunque al principio se muestren reacios a cambiar y probar algo nuevo.

No falla.

Inmediatamente después, recibes un email de confirmación de la inscripción y en las 24 horas siguientes te llamamos para explicarte los siguientes pasos.  

Lo hará directamente la persona del equipo que se hará cargo de tu preparación.

En ese momento, además, activaremos tu Calculadora de Macros con unos macros “provisionales”, solo para que la vayas trasteando hasta el momento en que te mandemos el primer programa, que será cuando todo empezará a contar de forma oficial.

En principio, tendríamos todo listo en una semana o máximo 10 días, dependiendo de cuándo te apuntes (todo esto lo hablamos en la llamada).

Todos los que quieran mejorar su físico, ganar masa muscular, perder grasa, tonificar.. ya sabes, le puedes poner el nombre que quieras, al final es lo mismo.

Conseguir el cuerpo con el que te conformarías en este momento será un objetivo muy pequeño dentro de un tiempo, ya lo verás.

También importa que estés dispuesto a hacerme caso en todo, que a lo mejor hay alguna cosa que te descuadra porque rompe radicalmente con lo que hayas hecho hasta ahora. Es normal, pasa frecuentemente.

Te puedes apuntar sin problema, piensa que es un programa personalizado, pero personalizado de verdad, adaptado a lo que necesitas en cada momento. 

Lo que sí será un requisito es que entrenes en un gimnasio, hacerlo en casa no vale.

A no ser que tengas algo super bien equipado y podamos hacer un apaño, pero no es lo mismo. Piensa que solo vas a tener que invertir 4 horas a la semana (o igual menos el primer mes), pero necesito que sean de calidad. 

Es automática. Se te pasa cada 12 semanas, a menos que canceles antes.

Pero el día que empiezas de forma “oficial” no es el que te apuntas, es después.

El día 1 es el día que arrancas con la primera rutina.

Esto es importante, porque al principio, después de hablar contigo y hasta que te preparemos todo, te damos unos días gratis para que te metas en la Calculadora y empieces a familiarizarte con los macros (como te dije antes, esto te lo explicamos bien en la llamada inicial).

No. Te puedes dar de baja a los 3 meses, pero no es la idea. 

Te lo digo porque si quieres un programa de transformación express de 12 semanas a saco y después lo dejo y tiro por mi cuenta, mejor no entres.

Para resultados grandes necesito compromiso y compromiso es tiempo, por las dos partes.

Lo que no quita que, si vemos que la relación no funciona, o a ti te surge un contratiempo que no te esperas, puedes cancelar y tan amigos. Lo mismo que podemos hacerlo nosotros si no cumples con lo que te decimos.

No. Es un pago único al inicio y después cada 12 semanas.

¿Me puedes poner otra vez el botón para apuntarme?

Pero que diga QUIERO EMPEZAR YA, NO ME CONFORMO CON MENOS.

Claro:

ASESORÍAS PERSONALIZADAS

550€ / 12 semanas

(Precio final)

Plazas cerradas

QUIERO EMPEZAR YA, NO ME CONFORMO CON MENOS

*EPÍLOGO FINAL (por Isra Bravo)

“Hola,
Soy Isra Bravo.

Jesús me ha concedido el honor de dejar mi testimonio sobre que significa trabajar con él.

Seré rápido:

Casi siempre estuve más o menos en forma, fuerte y delgado. Tuve muchos trabajos físicos y era sencillo. Pero un día me senté a escribir y, por un lado, muy bien, llegué donde no era capaz de imaginar, pero por otro… bueno, empecé a pillar peso, tantas horas sentado, ya sabes.

El caso es que mi soberbia me impedía pedir ayuda para esto, al fin y al cabo, siempre había estado en forma y solo se trataba de comer menos y moverme más.

Y lo intentaba y lo intentaba, pero sin un método, no lograba grandes resultados, la verdad.

El gran cambio sucedió cuando fui de la mano de un maestro, de un guía, de alguien que realmente sabe lo que hace.

Cuando me puse en manos de Jesús y me puse en serio, todo cambió. Radicalmente. Y sin putearme con dietas imposibles. Yo me paso la vida por ahí y la pude adaptar para todo, sencillo.

Sinceramente, soy copywriter, debería ser muy capaz de convencerte escribiendo de lo bueno que es Jesús, de lo buen tío que es, implicado, atento, metódico, altamente experimentado… debería ser capaz, pero joder, mira las fotos. Sí, yo puse mi parte, pero sin Jesús al lado, no me pongo así ni de broma, ya te lo digo.

Si te lo puedes permitir, trabaja siempre con los mejores. Ahí tienes uno”.